CASO PRÁCTICO: "Los beneficios de la dieta mediterránea"
Vamos a analizar, según las características propias del pensamiento
crítico, lo comentado sobre "Los beneficios de la dieta
mediterránea". Es
conocida en todo el mundo y es el paradigma de la alimentación
saludable. Aunque a primera vista parece que la dieta
mediterránea sería beneficiosa para nuestra salud, vamos a recoger
distintas voces que nos muestran distintos puntos de vista sobre el
tema. Así vamos a reunir diversos aspectos a favor y en contra de
este tipo de dieta.
https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2017/07/05/articulo/1499278653_525806.html
A
FAVOR
+
La
"dieta mediterránea" forma parte de la Lista
representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de
la UNESCO desde 2010. Esta candidatura fue presentada como una
iniciativa transnacional de España, Grecia, Italia y Marruecos.
+
La ingesta de alimentos basado en la dieta mediterránea se traduce
en un menor contenido en grasas y tensión arterial.
+
La
dieta mediterránea se basa en una
alimentación con presencia abundante de alimentos vegetales y de
temporada, frente a los alimentos procesados. Este
patrón
de
alimentación ofrece grandes beneficios para la salud.
+
Entre
todas nuestras opciones dietéticas, la
dieta
mediterránea es la que dispone de un mayor respaldo científico,
especialmente en lo que concierne a sus beneficios para la salud de
nuestro corazón. El estudio Predimed realizado en España, por
ejemplo, concluía en una investigación publicada en 'The New
England Journal of Medicine' que una dieta mediterránea enriquecida
con frutos secos y aceite de oliva virgen extra reduce en un 30%
la posibilidad de morir por un accidente cardiovascular.
+
Otros
estudios indican
claramente
que la dieta mediterránea es un salvavidas auténtico, capaz de
reducir significativamente el riesgo de mortalidad en personas
mayores.
+
Los
datos del Estudio Moli-sani muestran que una dieta tradicional
mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, legumbres,
aceitunas, aceite de oliva virgen extra y cereales, baja en carnes
rojas y productos lácteos y con un consumo moderado de vino durante
las comidas, se asocia con una reducción del 25% de la mortalidad
por todas las causas. Este efecto también permanece si consideramos
específicamente la mortalidad cardiovascular o cerebrovascular».
+
La investigación del Dr. Bonaccio considera la nutrición como un
todo, pero sigue siendo interesante comprender qué alimentos
contribuyen principalmente al efecto de la dieta mediterránea. Los
datos de esta investigación confirman lo que ya se ha observado en
numerosos estudios epidemiológicos y metabólicos; es decir, que un
consumo moderado de bebidas alcohólicas, si se engloba en un
contexto alimentario mediterráneo, es un factor protector para
nuestra salud.
EN
CONTRA
-
Está por definir exactamente a qué se le llama "dieta
mediterránea" y qué alimentos la componen. Se utilizan
diversas definiciones para identificar este estilo dietético y por
ello no es posible hacer una asociación directa
entre
este concepto ambiguo y cualquier aspecto relativo a la salud.
- Sus
postulados generales son
ambiguos
y en ocasiones son
manipulados
torticeramente. La
dieta mediterránea, tal y como se la conoce popularmente, tiene
mucho más de ejercicio de mercadotecnia -con resultados
espectaculares- que beneficio para la salud. La industria alimentaria
ha identificado el filón de la expresión "dieta mediterránea",
y está
siendo usada
para
intentar dignificar productos procesados como una pizza industrial,
poner en alza el consumo de bebidas alcohólicas o promocionar snacks
y aperitivos llenos
de grasas poco saludables, sal o azúcar. El
despiporre mercantilista-mediterráneo ha alcanzado su paroxismo con
elementos como patatas fritas mediterráneas, refrescos
mediterráneos, briks de batidos de frutas y leche
mediterráneos o incluso comida para perros basada en la
“dieta mediterránea” entre otras muchas lindezas.
-
Desde
1996 existe una Fundación de la Dieta Mediterránea en España cuyo
patronato está formado, entre otros, por: el Consejo Regulador
del Cava,
Freixenet, Codorníu, Bodegas Murviedro, Bodegas Torres, Bodegas
Ramón Bilbao, Argal, Danone, Llet Nostra, Gallina Blanca. Gozan de
un amplio apoyo institucional del Ministerio de Agricultura, la
Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, la Consejería
de agricultura de Castilla la Mancha y el Gobierno de Cantabria (y
no, Soria no aparece por ningún lado). Dicho esto, deberíamos tener
en cuenta que si un alimento luce en su envase o envoltorio el
adjetivo mediterráneo lo más probable es que sea un reclamo con
poco que ver con la verdadera "dieta mediterránea".
-
En 2011 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)
señaló que no se puede
asociar
con la
salud ningún alimento o dieta que incluya productos con más de un
1,2% de alcohol en su composición y que, por tanto, al ser
el vino uno de los
alimentos definitorios de
la dieta mediterránea,
no se le
puede
hacer
ninguna
atribuición
positiva en
materia
de salud.
-
Fueron
los conceptos relativos a los conocimientos, prácticas, tradiciones,
cocina, formas de cultivo, cosecha, pesca, conservación,
elaboración, preparación o consumo los que le valieron la mención
como patrimonio cultural inmaterial. Cada país aportó una "capital"
identificativa de su "dieta mediterránea"; la de Italia
fue la región de Cilento; la de Grecia, la región de Koroni; la de
Marruecos fue Chefchaouen; y la de España (no lo dirías nunca) la
provincia de Soria. Por
lo tanto, esta mención no determina
ni asegura
persé ningún beneficio para la salud, más
allá del mito.
-
Una investigación publicada en el 'International Journal of
Epidemiology' matiza la bondad universal de mezclar frutas, verduras,
pescado, cereales, legumbres y aceite de oliva, y añade un matiz
olvidado para que esta dieta sea verdaderamente eficaz: la
posición socioeconómica. Según las conclusiones del Departamento
de Epidemiología y Prevención del Instituto Neurológico
Mediterráneo (Neuromed), una persona que
tenga
que hacer sacrificios para seguir el modelo mediterráneo es poco
probable que obtenga los mismos beneficios que una persona con
mayores ingresos, a pesar de que ambos se adhieran a la misma
dieta saludable. Los
investigadores señalan que no toda la dieta mediterránea es igual
de buena y
que las
personas con mayores ingresos tienen acceso a alimentos de mayor
calidad, mientras que los que pertenecen a los estratos
más bajos de la sociedad, por mucho que se alimenten a base
de fruta, verdura y pescado, tienen que recurrir a
alimentos más baratos.
-
Existen
otros
planteamientos dietéticos que tienen este punto de partida y no se
llaman "dieta mediterránea", como por ejemplo la dieta
DASH, la dieta TLC, o las recomendaciones presentes en ell plato
de la alimentación saludable de la Escuela de Salud Pública de la
Universidad de Harvard, que podrían ser igualmente válidos.
CONCLUSIÓN:
Analizados
los distintos argumentos a
favor y en contra de los
beneficios de la dieta mediterránea, debo decir que aquellos
aspectos contrarios a esta dieta no
me parecen ciertamente
concluyentes y los beneficios para la salud están sobradamente comprobados.
Por
una parte, las precauciones de la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria no creo que puedan servir para desaconsejar el consumo
moderado del vino, que forma parte de esta dieta, a diferencia de
otras bebidas de alta graduación.
Por
otro lado, el hecho de que la industria alimentaria esté utilizando
slóganes que incorporan “lo mediterráneo” como reclamo no
desvirtúa la bondad de este tipo de dieta, si tenemos claro que ésta
se basa en el consumo de determinados productos frescos y de
temporada, y no de cualquier tipo de alimento procesado o bebida.
Finalmente, creo
que comer bien no es caro, por lo menos por ahora, y menos en un
lugar en el que tenemos tal variedad de alimentos, en lo que a
verduras y frutas se refiere.