miércoles, 17 de octubre de 2018

Pensamiento crítico

PENSAMIENTO CRÍTICO


Según Wikipedia, el pensamiento crítico sería un proceso que se propone analizar, entender o evaluar la manera en la cual se organizan los conocimientos que pretenden interpretar y representar el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas.

He aquí algunos enlaces que nos acercan a este concepto.

* Critical Thinking (Learner Weblog)
Critical Thinking (Vídeo de Youtube)
* Why and How to Teech Critical Thinking. Tool Kits (Clasroom Aid) 
* Critical Thinking Skills (póster con las preguntas clave del proceso)


Encontramos una página en la que se nos muestran 10 pistas para enseñar pensamiento crítico, aunque, haciendo gala de este modo de proceder, cabría pararse a pensar en aquello que nos propone el estudio. Cabría decir que el hecho de hacer directamente preguntas de por sí, no tiene por qué ser el mejor modo de promover el pensamiento crítico, ya que las preguntas pueden realizarse de manera tendenciosa y condicionar las respuestas o guiar un determinado hilo argumental.



En la enseñanza de las Ciencias al alumnado se le suele tratar como un mero espectador que se empapa de la “sabiduría” del profesorado. Es sabido que una enseñanza clásica de la ciencia produce, en síntesis, siete grandes deformaciones que se suele transmitir: 

a) Visión empiroinductivista, ateórica.
b) Visión rígida (algorítmica, exacta, infalible…).
c) Visión aproblemática y ahistórica (ergo dogmática y cerrada).
d) Visión exclusivamente analítica.
e) Visión acumulativa, de crecimiento lineal.
f) Visión individualista y elitista.
g) Visión socialmente descontextualizada.

En esta web se nos muestran algunas definiciones del Pensamiento Crítico que nos permitirán comprender mejor el concepto:

A) “El pensamiento crítico es una forma de pensar de manera responsable relacionada con la capacidad de emitir buenos juicios. Es una forma de pensar por parte de quién está genuinamente interesado en obtener conocimiento y buscar la verdad y no simplemente salir victorioso cuando está argumentando”.
B) Según el consenso explicitado en el Informe Delphi, pensar críticamente consiste en un proceso intelectual que, en forma decidida, regulada y autorregulada, busca llegar a un juicio razonable. Este se caracteriza por: 1) ser el producto de un esfuerzo de interpretación, análisis, evaluación e inferencia de las evidencias; y 2) puede ser explicado o justificado, por consideraciones evidenciables, conceptuales, contextuales y de criterios, en las que se fundamenta.
C) Según Kurland, D.J., 1995; en sentido amplio, pensar críticamente está relacionado con la razón, la honestidad intelectual y la amplitud mental en contraposición a lo emocional, a la pereza intelectual y a la estrechez mental (mente estrecha). En consecuencia, pensar críticamente involucra seguir el hilo de las evidencias hasta donde ellas nos lleven, tener en cuenta todas las posibilidades, confiar en la razón más que en la emoción, ser precisos, considerar toda la gama de posibles puntos de vista y explicaciones, sopesar los efectos de las posibles motivaciones y prejuicios, estar más interesados en encontrar la verdad que en tener la razón, no rechazar ningún punto de vista así sea impopular, estar conscientes de nuestros sesgos y prejuicios para impedir que influyan en nuestros juicios.
D) El pensamiento crítico es esa forma de pensar – sobre cualquier tema, contenido o problema – con la cual el que piensa mejora la calidad de su pensamiento al adueñarse de las estructuras inherentes al acto de pensar y someterlas a estándares intelectuales.



CASO PRÁCTICO: "Los beneficios de la dieta mediterránea"

Vamos a analizar, según las características propias del pensamiento crítico, lo comentado sobre "Los beneficios de la dieta mediterránea". Es conocida en todo el mundo y es el paradigma de la alimentación saludable. Aunque a primera vista parece que la dieta mediterránea sería beneficiosa para nuestra salud, vamos a recoger distintas voces que nos muestran distintos puntos de vista sobre el tema. Así vamos a reunir diversos aspectos a favor y en contra de este tipo de dieta.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2017/07/05/articulo/1499278653_525806.html
A FAVOR

+ La "dieta mediterránea" forma parte de la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde 2010. Esta candidatura fue presentada como una iniciativa transnacional de España, Grecia, Italia y Marruecos.
+ La ingesta de alimentos basado en la dieta mediterránea se traduce en un menor contenido en grasas y tensión arterial.
+ La dieta mediterránea se basa en una alimentación con presencia abundante de alimentos vegetales y de temporada, frente a los alimentos procesados. Este patrón de alimentación ofrece grandes beneficios para la salud.
+ Entre todas nuestras opciones dietéticas, la dieta mediterránea es la que dispone de un mayor respaldo científico, especialmente en lo que concierne a sus beneficios para la salud de nuestro corazón. El estudio Predimed realizado en España, por ejemplo, concluía en una investigación publicada en 'The New England Journal of Medicine' que una dieta mediterránea enriquecida con frutos secos y aceite de oliva virgen extra reduce en un 30% la posibilidad de morir por un accidente cardiovascular.
+ Otros estudios indican claramente que la dieta mediterránea es un salvavidas auténtico, capaz de reducir significativamente el riesgo de mortalidad en personas mayores.
+ Los datos del Estudio Moli-sani muestran que una dieta tradicional mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado, legumbres, aceitunas, aceite de oliva virgen extra y cereales, baja en carnes rojas y productos lácteos y con un consumo moderado de vino durante las comidas, se asocia con una reducción del 25% de la mortalidad por todas las causas. Este efecto también permanece si consideramos específicamente la mortalidad cardiovascular o cerebrovascular».
+ La investigación del Dr. Bonaccio considera la nutrición como un todo, pero sigue siendo interesante comprender qué alimentos contribuyen principalmente al efecto de la dieta mediterránea. Los datos de esta investigación confirman lo que ya se ha observado en numerosos estudios epidemiológicos y metabólicos; es decir, que un consumo moderado de bebidas alcohólicas, si se engloba en un contexto alimentario mediterráneo, es un factor protector para nuestra salud.

EN CONTRA
- Está por definir exactamente a qué se le llama "dieta mediterránea" y qué alimentos la componen. Se utilizan diversas definiciones para identificar este estilo dietético y por ello no es posible hacer una asociación directa entre este concepto ambiguo y cualquier aspecto relativo a la salud.
- Sus postulados generales son ambiguos y en ocasiones son manipulados torticeramente. La dieta mediterránea, tal y como se la conoce popularmente, tiene mucho más de ejercicio de mercadotecnia -con resultados espectaculares- que beneficio para la salud. La industria alimentaria ha identificado el filón de la expresión "dieta mediterránea", y está siendo usada para intentar dignificar productos procesados como una pizza industrial, poner en alza el consumo de bebidas alcohólicas o promocionar snacks y aperitivos llenos de grasas poco saludables, sal o azúcar. El despiporre mercantilista-mediterráneo ha alcanzado su paroxismo con elementos como patatas fritas mediterráneas, refrescos mediterráneos, briks de batidos de frutas y leche mediterráneos o incluso comida para perros basada en la “dieta mediterránea” entre otras muchas lindezas.
- Desde 1996 existe una Fundación de la Dieta Mediterránea en España cuyo patronato está formado, entre otros, por: el Consejo Regulador del Cava, Freixenet, Codorníu, Bodegas Murviedro, Bodegas Torres, Bodegas Ramón Bilbao, Argal, Danone, Llet Nostra, Gallina Blanca. Gozan de un amplio apoyo institucional del Ministerio de Agricultura, la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, la Consejería de agricultura de Castilla la Mancha y el Gobierno de Cantabria (y no, Soria no aparece por ningún lado). Dicho esto, deberíamos tener en cuenta que si un alimento luce en su envase o envoltorio el adjetivo mediterráneo lo más probable es que sea un reclamo con poco que ver con la verdadera "dieta mediterránea".
- En 2011 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señaló que no se puede asociar con la salud ningún alimento o dieta que incluya productos con más de un 1,2% de alcohol en su composición y que, por tanto, al ser el vino uno de los alimentos definitorios de la dieta mediterránea, no se le puede hacer ninguna atribuición positiva en materia de salud.
- Fueron los conceptos relativos a los conocimientos, prácticas, tradiciones, cocina, formas de cultivo, cosecha, pesca, conservación, elaboración, preparación o consumo los que le valieron la mención como patrimonio cultural inmaterial. Cada país aportó una "capital" identificativa de su "dieta mediterránea"; la de Italia fue la región de Cilento; la de Grecia, la región de Koroni; la de Marruecos fue Chefchaouen; y la de España (no lo dirías nunca) la provincia de Soria. Por lo tanto, esta mención no determina ni asegura persé ningún beneficio para la salud, más allá del mito.
- Una investigación publicada en el 'International Journal of Epidemiology' matiza la bondad universal de mezclar frutas, verduras, pescado, cereales, legumbres y aceite de oliva, y añade un matiz olvidado para que esta dieta sea verdaderamente eficaz: la posición socioeconómica. Según las conclusiones del Departamento de Epidemiología y Prevención del Instituto Neurológico Mediterráneo (Neuromed), una persona que tenga que hacer sacrificios para seguir el modelo mediterráneo es poco probable que obtenga los mismos beneficios que una persona con mayores ingresos, a pesar de que ambos se adhieran a la misma dieta saludable. Los investigadores señalan que no toda la dieta mediterránea es igual de buena y que las personas con mayores ingresos tienen acceso a alimentos de mayor calidad, mientras que los que pertenecen a los estratos más bajos de la sociedad, por mucho que se alimenten a base de fruta, verdura y pescado, tienen que recurrir a alimentos más baratos.
- Existen otros planteamientos dietéticos que tienen este punto de partida y no se llaman "dieta mediterránea", como por ejemplo la dieta DASH, la dieta TLC, o las recomendaciones presentes en ell plato de la alimentación saludable de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, que podrían ser igualmente válidos.

CONCLUSIÓN:
Analizados los distintos argumentos a favor y en contra de los beneficios de la dieta mediterránea, debo decir que aquellos aspectos contrarios a esta dieta no me parecen ciertamente concluyentes y los beneficios para la salud están sobradamente comprobados.
Por una parte, las precauciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no creo que puedan servir para desaconsejar el consumo moderado del vino, que forma parte de esta dieta, a diferencia de otras bebidas de alta graduación.
Por otro lado, el hecho de que la industria alimentaria esté utilizando slóganes que incorporan “lo mediterráneo” como reclamo no desvirtúa la bondad de este tipo de dieta, si tenemos claro que ésta se basa en el consumo de determinados productos frescos y de temporada, y no de cualquier tipo de alimento procesado o bebida.
Finalmente, creo que comer bien no es caro, por lo menos por ahora, y menos en un lugar en el que tenemos tal variedad de alimentos, en lo que a verduras y frutas se refiere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario